Buenas noticias desde Bruselas: Las bicicletas, con y sin asistencia eléctrica, podrían bajar de precio a partir de 2022. Para poder llegar a este punto, los ministros de Economía y Hacienda de la Unión Europea han decidido cambiar el reglamento vigente para poder descontar el IVA en determinados bienes y servicios. En este caso, los ciclistas podrían situarse entre los beneficiarios de este acuerdo. En el futuro, todo lo que contribuya a frenar el cambio climático, sirva para la protección de la salud o promueva la digitalización debería contener un IVA más bajo. Las bicicletas entran dentro de estas categorías.
Actualmente, en la mayoría de los Estados de la Unión Europea se emplea un IVA de al menos el 15%, que el próximo año podría convertirse en un mínimo del 5%. El documento aprobado por los ministros prevé incluso la exención total del IVA en artículos y prestaciones. Sin embargo, esto sólo se aplicará en productos y servicios imprescindibles para cubrir las necesidades básicas. Es de suponer que la bicicleta difícilmente alcanzará este estatus en algún país.
Se calcula una rebaja de entre el 10 y el 20%
Por el momento, las bicicletas están sujetas a tasas de impuestos muy diferentes en la propia UE. El rango va desde el 6% en Bélgica hasta el 27% en Hungría. Esta brecha pronto podría verse reducida de forma notable. Sobre todo porque el acuerdo de los ministros de Economía y Hacienda incluye una directiva de igualdad de trato. Establece que cada Estado puede adoptar exenciones y excepciones para determinadas mercancías y servicios que, por razones históricas, hasta ahora sólo se habían aplicado en determinados Estados miembros. Si, por ejemplo, el gobierno de Viktor Orbán descubre de repente su pasión por el ciclismo, podría adoptar las condiciones belgas y hacer caer los precios de golpe más de un 20%.
El hecho de que las bicicletas estén incluidas en la nueva propuesta de reglamento es algo sorprendente. Las bicicletas eléctricas habían sido excluidas explícitamente del proyecto de ley sometido a votación en 2018. Así que se puede decir que el acuerdo de los ministros de Economía es destacable. Un requisito para la aprobación de la propuesta fue el visto bueno unánime de todos los Estados miembros de la UE. Esto significa que cada uno de los 27 Estados miembros tuvo derecho de veto.
El trabajo del lobby da sus frutos
Entre bastidores, la Federación Europea de Ciclistas (ECF), la Confederación de la Industria Europea de la Bicicleta (CONEBI) y las Industrias de Ciclismo Europeas (CIE) habían hecho campaña durante años para la creación de una tasa de impuesto reducida en las bicicletas. Por este motivo, dichas federaciones comentaron con optimismo la evolución actual.
«Una incorporación del suministro, el alquiler y la reparación de bicicletas y E-Bikes a la lista de bienes con un IVA reducido ampliaría las herramientas de los Estados miembros para promover el uso de la bicicleta y podría contribuir a que el ciclismo fuera aún más asequible para los ciudadanos», explicó Jill Warren, Directora Ejecutiva de la ECF. El director ejecutivo de CONEBI, Manuel Marsilio, añadió: «Iniciamos una campaña insistente en 2018 junto a la ECF y finalmente estamos viendo un resultado tangible. Esta decisión legislativa de la reforma del impuesto sobre el valor añadido abre una oportunidad única para que los gobiernos de Europa apoyen el uso de la bicicleta de forma efectiva.» «Este resultado demuestra, una vez más, la importancia de un trabajo profesional y bien dotado de recursos por parte del lobby, que a largo plazo ha dado sus frutos en el sector del ciclismo a nivel nacional y de la UE», afirma Kevin Mayne, director general de CIE. «El trabajo puede ser lento y muy técnico, pero el impacto será enorme».
Los Estados seguirán teniendo libertad de acción
Sin embargo, es demasiado pronto para cantar victoria. La propuesta de los ministros irá después al Parlamento Europeo. Sus diputados tienen ahora hasta marzo de 2022 para dar su opinión.
En algunos lugares se confía en que el borrador actual llegue a ser vigente como reglamento. Una vez más, Bélgica es la precursora. Su gobierno ya ha aprobado una ley por la que todos los tipos de bicicletas obtendrán una tasa de impuesto reducida. En cuanto Bruselas dé luz verde, esta ley entrará en vigor.
Independientemente de la envergadura del cambio del IVA, en la UE seguirán existiendo ciertas diferencias entre los Estados miembro. Aquellos que en otros aspectos hagan lo suficiente para conseguir un equilibrio económico, y alcanzar los objetivos medioambientales y climáticos conjuntamente acordados, podrán seguir gravando las bicicletas a lo largo del próximo año como lo han hecho hasta ahora.
Imágenes: www.stocksnap.io; www.freeimages.com