Las rutas de peregrinación desde Portugal hacia Santiago de Compostela son populares entre muchos europeos. Uno de nuestros lectores, que es alemán, realizó este viaje acompañado de la E-Bike y ahora comparte algunas de sus experiencias con nosotros.
Durante el viaje, nuestras bicicletas nos llevaron por caminos adornados con parras y a través de vías con olor a pino y perfume de eucalipto. Todo muy poético. Al final de la etapa todavía nos quedaba una pequeña subida a la fortaleza de Valença, podía parecer complicada, pero gracias al soporte de nuestro motor eléctrico, esto no supuso ningún problema. La ciudad está ubicada en el lado portugués del río Minho. Debido a esta ubicación estratégica, el lugar ya fue colonizado por los romanos antes de Cristo. Las huellas de esta época aún se pueden apreciar en muchos rincones de la ciudad. Después de pasar a través de muros rocosos de un metro de ancho, dejamos las E-Bikes y nos dirigimos a nuestras habitaciones. Fue en un pequeño hotel de sólo 8 habitaciones, agradable, familiar y fantásticamente situado. Para que me entendáis mejor, se ubicaba en medio de la fortaleza. Durante el día, la pequeña ciudad tiene muchos visitantes españoles que caminan por sus estrechas calles, pero al anochecer la fortaleza se presentó allí casi exclusivamente para nosotros.
Caminamos por las calles y luego a lo largo de los muros de la fortaleza. Llegamos justo a tiempo para ver la puesta de sol, dirigiendo nuestra mirada hacia Tui, la ciudad gallega al otro lado del río. En el oeste, el sol desapareció pintando de un hermoso color rojo tanto a la fortaleza como todo el valle entero. Debido a la ubicación fronteriza del lugar, también el lado español construyó su fortaleza, que pudimos apreciar a la luz de los últimos rayos de sol. Al día siguiente cambiamos de país y continuamos hacia el norte, hacia Santiago de Compostela, el deseado destino de los peregrinos.
¿Qué deberías llevarte en tu viaje por el Camino de Santiago?
En realidad, no se necesita mucho para este viaje, ya que la agencia proporciona la bicicleta eléctrica, el casco y las alforjas para el equipaje de ruta. El resto de bultos los transportaba un vehículo acompañante, aunque no nos seguía durante nuestros tours diarios. Así que hice las maletas como para un viaje normal y corriente. Eso sí, se debe tener en cuenta que uno va a ir pedaleando por la carretera el día entero, así que hay algunas cosas a considerar:
- Protección solar, es decir crema solar, gafas de sol y gorra
- Ropa deportiva y cómoda (mis pantalones cortos y acolchados de ciclista me demostraron su valor)
- Guantes de ciclismo (yo no los necesité, pero pude observar que muchos de mis compañeros los llevaban)
- Pequeña bolsa cruzada para poder llevar el teléfono móvil y una cámara externa
- Me podría haber ahorrado de traer mi bidón de agua, el proveedor me lo dio gratis
- Si lo crees necesario, puedes traer tu propio sillín (pero los sillines de gel de Belvelo eran muy buenos)
Hice mi viaje con Belvelo, el operador turístico berlinés de bicicletas eléctricas. El precio del viaje incluía vuelos, alojamiento y E-Bike, así que todo lo que tenía que hacer era subirme a la bici y el viaje ya podía empezar. Con un grupo reducido de viajeros, la ruta iba desde la capital portuguesa Oporto, hacia el norte, dirección Santiago de Compostela (véase el mapa de la derecha) con paradas en Barcelos, Ponte de Lima, Valença, Pontevedra y Padrón, y por carreteras mayoritariamente sin coches. Así que pudimos empaparnos de la belleza del paisaje durante todo el recorrido y sin preocupación alguna.
Nota: Este artículo fue creado en cooperación con nuestro socio Belvelo.