En los países donde hay menos presencia de bicicletas en la calle, son sobre todo las mujeres las que menos van en bici. Pero un estudio afirma que las bicicletas eléctricas podrían cambiar esta tendencia.
Nueva Zelanda* es uno de los países en el que la circulación de bicicletas es menos frecuente. Alrededor del 30% de los habitantes de este país van en bicicleta. Según el censo de 2018 del Ministerio de Transporte de Nueva Zelanda, la proporción de uso de la bicicleta en los hombres se sitúa en un 36%, mientras que en el caso de las mujeres está en torno al 26%. A modo de comparación, la encuesta Fahrradmonitor 2021 realizada por el Ministerio Federal de Transportes de Alemania afirmó que alrededor del 77% de la población del país germano va en bicicleta. Allí, ambos géneros están representados casi por igual. Alrededor del 48% de ciclistas son mujeres y el 52% son hombres.
En busca de respuestas
Personal de investigación de la Universidad de Auckland y de la Universidad de Otago han estudiado detalladamente la situación en Nueva Zelanda. Entre otras cosas, realizaron entrevistas a ciclistas y vendedores de bicicletas eléctricas, así como a coordinadores de tráfico y responsables políticos del sector. Querían averiguar hasta qué punto los roles de género influyen en la interacción entre las y los conductores de E-Bike, las bicicletas eléctricas y el medio ambiente. El resultado es un documento muy completo titulado «Género y E-Bike: Explorando el papel de las bicicletas eléctricas para aumentar el acceso de las mujeres al ciclismo y la actividad física».
Está en manos de la organización del tráfico llevar a cabo un cambio de enfoque para tener más rentabilidad. Durante muchos años, la organización del tráfico, tanto en Nueva Zelanda como en Alemania, se ha orientado exclusivamente al coche. Si, a la vez, se invierte poco dinero en infraestructuras ciclistas, esto puede conducir a una «masculinización» del ciclismo, según el equipo de investigación. En los lugares donde se permite circular en bicicleta por el tráfico, la condición física, la tolerancia al riesgo y la autoconfianza, así como unas habilidades de ciclismo avanzadas, son cada vez más necesarias. Cualidades con las que las mujeres se sienten menos identificadas que los hombres. Las mujeres suelen preferir carriles bici que están separados del tráfico de automóviles.
¿Qué dificulta el ciclismo entre las mujeres?
En general, el estudio enumera muchos otros aspectos que entorpecen el uso de la bicicleta a las mujeres, particularmente en países donde el uso de ésta es ya de por sí bajo. Además del componente organizativo que acabamos de describir, existen también otros factores que dificultan el acceso de las mujeres a la bicicleta:
- Gastos de adquisición de las bicicletas
- Reparto desigual de las tareas domésticas entre mujeres y hombres
- Preocupación por las agresiones sexuales
- Menor confianza en las habilidades ciclistas propias
- Desafíos en cuanto a distancia y condiciones meteorológicas
- Preocupación ante posibles lesiones
- Dificultades relacionadas con la seguridad del uso de la bicicleta con niños
- Oferta limitada de bicicletas aptas para personas altas y pesadas
- Malestar por la sudoración durante la conducción y, en general, a causa de una exposición a la mirada de los demás
- La huella cultural del ciclismo como una actividad socialmente aceptada y dirigida preferentemente a los hombres blancos
La importancia de la eliminación de estas barreras está bien documentada en otras investigaciones científicas. Los estudios han demostrado que, en Nueva Zelanda, los adultos que deciden ir al trabajo en bicicleta o a pie tienen un 76% más de probabilidades de cumplir los requisitos para estar en forma. En cuanto a la población total, la tasa de mortalidad desciende un 13% en las personas que se desplazan en bicicleta con regularidad.
Naturalmente, para que en el futuro haya más mujeres yendo en bicicleta, se necesita algo más que E-Bikes. Un mayor número de carriles bici y mejor desarrollados, así como un trato igualitario para todos los géneros, son dos aspectos esenciales que contribuyen al fomento del uso de la bicicleta. Al mismo tiempo, las pedelecs y las E-Bikes tampoco deben subestimarse. Según el personal de investigación, podrían ser un instrumento importante para aumentar la tasa de ciclismo en las mujeres.
Los cambios ya se empiezan a notar
Desde hace un tiempo, es evidente que se están realizando cambios en el mundo del ciclismo en cuanto al enfoque de género. Por ejemplo, con el cuadro bajo. Hace tiempo que este tipo de cuadro ha perdido su imagen de «bicicleta de mujer», que en este caso siempre fue acompañada de cierta desconsideración. En cambio, cada vez más personas reconocen que la elección del cuadro tiene que ver únicamente con sus propias necesidades y no con la consolidación de estereotipos anticuados.
El estudio también subraya hasta qué punto es crucial que las bicicletas para mujeres también se actualicen tecnológicamente. Las bicicletas eléctricas desempeñan incluso un papel pionero en este sentido. El número de E-Bikes de montaña y de carreras especialmente diseñadas para la anatomía de las mujeres sigue siendo muy inferior al número de modelos destinados a los hombres. Sin embargo, la tendencia a instalar la tecnología más avanzada en estas bicicletas puede verse claramente en la actualidad y es de esperar que continúe.
Algo similar se puede encontrar en el marketing. La acción, el deseo de velocidad, el sudor y la suciedad también tienen un enorme atractivo para las mujeres y esto es cada vez más asumido por los fabricantes. Con las E-Cargobikes, existe un tipo de bicicleta que hace tiempo que se despidió de una clientela exclusivamente dominada por los hombres.
La E-Bike es una herramienta prometedora
Al principio del artículo ya hemos mencionado la envergadura de este estudio. Esto vuelve a quedar claro cuando se trata del potencial que tienen las E-Bikes, especialmente para las mujeres. Por este motivo, vamos a resumir brevemente las ventajas que la investigación atribuye a las bicicletas eléctricas:
- Las E-Bikes abren nuevas oportunidades para acceder a una tecnología ciclista de mayor calidad y más funcional.
- Las personas con menos habilidades deportivas, tienen la opción de seguir a las personas más veloces. Además, se pueden realizar recorridos más largos.
- Las bicicletas eléctricas aportan una sensación de seguridad en la carretera en igualdad de condiciones.
- Las E-Bikes pueden facilitar la vuelta al ciclismo de las mujeres después del embarazo, ya que durante dicho periodo hay disminución de la forma física.
- Menor esfuerzo al montar en bicicleta con uno o más niños al mismo tiempo. Especialmente en una E-Bike de carga.
- La familia y el trabajo son más fáciles de conciliar debido a una mayor velocidad de conducción combinada con un esfuerzo físico moderado.
- Especialmente en entornos urbanos, las bicicletas eléctricas ahorran tiempo en los desplazamientos a comparación con el coche.
- La E-Bike ofrece una actividad deportiva individual que puede representar una alternativa a los gimnasios, que a menudo cumplen con estructuras patriarcales, y al entrenamiento privado en casa.
Sin embargo, según las autoras y el autor de este documento, sólo una parte de las mujeres se beneficiará realmente de ello. El motivo es el elevado precio de compra de las bicicletas eléctricas. Esto hace aún más necesario, por ejemplo, la subvención y creación de ofertas de alquiler de bajo coste para las E-Bikes, especialmente para las de carga. De este modo, también se podría llegar a las mujeres con bajos ingresos, que a la vez probablemente sería el sector que más se beneficiaría de la E-Bike en términos de salud.
* En el estudio, las autoras y el autor utilizan el término «Aotearoa» para referirse a Nueva Zelanda. Este es el término más utilizado por el pueblo maorí para referirse al país. En una petición actual, el mayor partido maorí pide que Nueva Zelanda pase a llamarse Aotearoa. Como el resultado de la petición sigue abierto y el Parlamento neozelandés no ha tomado una decisión al respecto, elegimos el nombre actual de Nueva Zelanda por ser, por ahora, la denominación más conocida.
Estudio e imágenes: Wild K. & Woodward A. & Shaw C., (2021) “Gender and the E-bike: Exploring the Role of Electric Bikes in Increasing Women’s Access to Cycling and Physical Activity”, Active Travel Studies 1(1).
https://doi.org/10.16997/ats.991